Para su desarrollo pleno, los bebés deben consumir leche materna y evitar por completo las fórmulas, afirmó la líder de la Liga de la Leche Internacional, Mariana Cortina Cortés, en la Universidad Autónoma del Estado de México.
Al dictar en línea la conferencia “Apoyo a la lactancia por un planeta saludable”, promovida por la Dirección de Desarrollo e Investigación Cultural de la UAEM, en el marco de la Semana de Lactancia Materna, detalló que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud, tres de cada 10 niños mexicanos reciben lactancia materna por solo seis meses.
Sin embargo, indicó que la Organización Mundial de la Salud recomienda que los niños deben recibir, como mínimo, dos años de lactancia y lamentablemente, solo tres de cada 10 niños en México reciben leche materna durante este periodo.
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Subrayó que la leche humana es el mejor nutriente que puede recibir una persona, pues ayuda al desarrollo neuronal, hormonal y nutricional; además, es un vínculo afectivo y emocional que funda las bases del desarrollo psicológico.
La leche humana, apuntó Cortina Cortés, tiene alrededor de 300 componentes, principalmente agua, carbohidratos como la lactosa, así como oligosacáridos que modulan la salud intestinal del bebé.
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Una fórmula, enfatizó, no podrá sustituir en absoluto la leche de la madre, ya que no contiene células vivas. “Los sustitutos, que se empezaron a propagar a mediados del siglo XX, no son benéficos, ya que contienen un alto índice de grasas y azúcares no saludables”.
Sostuvo que un niño que no toma leche materna tiene más riesgo de ser alérgico, obeso, contraer infecciones respiratorias o digestivas, mientras que las madres que no amamantan tienen más posibilidades de padecer diabetes, cáncer de mama y de ovarios.
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La leche materna, dijo Mariana Cortina Cortés, no tiene siempre la misma composición, varía de una mujer a otra, es diferente en cada pecho y distinta según la hora del día, cambia a lo largo de la tetada, así como dependiendo del clima y con relación al nivel de desarrollo del bebé.