"La gente sigue igual; mete en bolsas cubrebocas, guantes, jeringas. También nos dejan medicamentos; ya no sabemos cuáles de esas cosas nos puedan contagiar", comenta Matías, quien desde hace cuatro años tiene a su cargo uno de los basureros ubicado en Zinacantepec. Señala que la cultura por parte de los ciudadanos para separar sus desechos no ha cambiado, principalmente en lo que respecta al COVID-19.
"Ya son varios meses de contingencia y la gente no entiende. Debemos tener mucho cuidado. No sabemos en qué momento nos va a salir una jeringa, ¡y para saber si la usó alguna persona con coronavirus!"
Cada vez que alguien llega para tirar su basura, Matías les pregunta si son desechos médicos, prendas o algún otro tipo de objeto que tenga que ver con personas que dieron positivo a COVID-19; de esta manera separa las bolsas, a las cuales dan un tratamiento distinto.
"Les avisamos a los del Ayuntamiento para que venga gente que se lleve las bolsas; ellos ya saben qué tratamiento darles o a dónde dirigirlas".
Ante el poco dinero que obtiene de su trabajo, resulta difícil para don Matías utilizar guantes y cubrebocas todos los días, ya que, señala, representa un gasto adicional; por ello, cuando tiene oportunidad, le pide a las personas algunos.
"La verdad, sí aprovecho y les pregunto que si de casualidad tienen un cubrebocas o guantes que me regalen".
Así como Matías, las personas que se encargan de los basureros se enfrentan todos los días con la poca empatía de los mexiquenses para separar sus desechos relacionados con el COVID-19; situación que podría provocar que, en cualquier momento, este hombre de 56 años de edad resulte positivo al nuevo coronavirus.