El perredista Arturo Piña solicitó licencia como alcalde de Villa de Allende en busca de la candidatura de su partido al Gobierno del Estado de México, y emplazó a los demás interesados –aunque no dio nombres, se considera que este reto se dirigió a Omar Ortega, el coordinador de los diputados locales- también a dejar su cargo.
El presidente municipal con licencia negó que detrás de su decisión se encuentre la indicación de algún actor político: “No somos mandados de nadie, la única que me manda es mi mujer; no estamos recibiendo línea ni órdenes de nadie”, aseguró.
Acompañado por Cristian Campuzano, el dirigente estatal reconocido hace unos días por la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Piña García negó, sin embargo, que su grupo sea promotor de una ruptura al interior del partido.
“No veo ni promovemos una ruptura del PRD, le apostamos a la unidad del partido porque así conviene a la militancia para hacer suyas las causas de los mexiquenses”, planteó.
Al ser cuestionado sobre si es posible construir la unidad en medio de una disputa por la dirigencia estatal, el alcalde con licencia consideró que a nadie debe espantar lo que ocurre en el partido del sol azteca, pues la existencia de “tribus” es su ADN.
Es válido, dijo, que haya interés de varios militantes, que se agote la ruta jurídica y la última instancia para resolver el conflicto. Entre más militantes expresen su interés, confió, el partido se vuelve más interesante.
Tampoco se pronunció en favor o en contra de una coalición con los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN), menos aún de algún candidato para encabezarla.
“No me corresponde decidir la ruta de alianzas, el partido no atraviesa su mejor momento, caminamos el Estado de México porque necesitamos un partido fuerte… si hubiese una alianza, debe llegar muy fortalecida y debe ser de resultados concretos. Que cada partido postule a quien tenga que postular; si nos toca sumarnos a una coalición, debemos demostrar que estamos por convicción”, expuso.
También negó que en su afán de participar y recorrer la entidad, muestre desinterés por la alcaldía, debido a que el trienio comenzó apenas hace medio año.
“No es medio año, soy el único actor del PRD vigente que ha participado en seis elecciones consecutivas y todas las hemos ganado, gracias a un gran equipo.
Llevo cuatro (gestiones) como presidente municipal, dos como diputado local; tengo 22 años en la lucha política. Cuando haces las cosas bien, no tienes de qué preocuparte; tenemos un programa de obras anual, el cabildo va a hacer la chamba; cuando haces las cosas bien, puedes salir con la confianza”, esgrimió.
Vamos a caminar, dijo, “porque eso hizo al PRD al principio y fue lo que le dio sentido. Vamos a escuchar a los ciudadanos”.
Arropado por Vicente Jaramillo, alcalde de Zacazonapan; y de los representantes de sus homólogos de Tlatlaya y Otzoloapan, indicó que nunca ha sido señalado penal ni administrativamente en sus encomiendas públicas, lo que desde su punto de vista habla de honestidad, experiencia, compromiso y cercanía con los mexiquenses.