Las manos de Moises García, se han convertido en su principal herramienta desde hace 35 años, para dar vida a uno de los elementos principales de las festividades de Día de Muertos, son las calaveritas de azúcar y chocolate.
"Una amiga de la familia me enseñó hacer el Alfeñique y ya viendo como lo hacían, mis parientes la calavera de chocolate, ya me enseñe a hacerla, a principio si es dificil como todo, pero como pasan los años le va agarrando uno el modo".
Su técnica, es meramente artesanal, Moises no utiliza ninguna máquina para elaborar sus calaveritas o diseños.
"El principal instrumento es el chocolate o el azúcar, y como es artesanal pues cucharas de madera, las manos, también para la decoración".
Este oficio, le ha traído muchas satisfacciones a Moises, como mantener una tradición vigente y que sus calaveras de alfeñique o chocolate sean parte de las ofrendas mexiquenses, pero además, poder mantener a su familia con el dinero que genera este dulce.
"Es sacar a mis hijos y familia adelante, me gusta mucho mi trabajo, no es algo para hacerse rico pero sí para llevar el dia a dia".
Pese a todo el trabajo que conlleva elaborar las calaveras, los artesanos ganan poco al momento de vender su producto, son los revendedores quienes más "le sacan" a todo el dulce que adquieren.
"Uno como artesano gana poco, el que gana más es el revendedor porque como tienen las posibilidades económicas, luego nos pagan como ellos quieren o cositas así".
Además de las calaveras, las personas también buscan borregos, gallinas u otro animal de alfeñique, para la decoración del día de muertos.
Moisés, espera que con los años no se pierda esta tradición y que la gente siga buscando las calaveras de chocolate y azúcar, y de está manera permitir que sigan vigentes los artesanos que hasta hoy sobreviven a través de esta dulce tradición.