El síndrome de ovario poliquístico afecta a mujeres en edad reproductiva. Entre otros efectos, puede producir infertilidad y, en general, merma la calidad de vida de las pacientes. El ejercicio físico se plantea como parte del tratamiento no farmacológico de esta enfermedad y reporta múltiples beneficios.
En su artículo “Importancia del ejercicio en el síndrome de ovario poliquístico”, publicado en la revista Universitaria de marzo-abril 2023, Damaris Flores González y María de Jesús Serrano Plata señalan que esta enfermedad tiene múltiples causas, entre las que destacan la herencia genética, el sedentarismo y los hábitos alimenticios.
El alza en la incidencia de sobrepeso, obesidad y diabetes en los últimos años ha implicado también la del número de casos de este síndrome. Además de la aparición de quistes y el aumento del tamaño de los ovarios, hay alteraciones hormonales que provocan disfunción menstrual, incremento de andrógenos, infertilidad y resistencia a la insulina.
Entre los beneficios del ejercicio están la pérdida de grasa corporal, la regulación de los niveles de glucosa en sangre, de lípidos y del ciclo menstrual, la disminución de la resistencia a la insulina, el incremento de la tasa de fertilidad y la prevención de enfermedades asociadas.
Además, induce la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, trae beneficios psicosociales, como la reducción de la ansiedad y la depresión.
Las autoras concluyen que la actuación de un equipo multidisciplinario es indispensable para el tratamiento del síndrome de ovario poliquístico, donde participen expertos en cultura física y deporte, para determinar el tipo de ejercicio y su intensidad apropiados para cada paciente.
Lee Universitaria (https://revistauniversitaria.uaemex.mx/) y revisa esta propuesta (https://revistauniversitaria.uaemex.mx/article/view/20963/15560).