Una temporada de fin de año gris se estima principalmente para los sectores de comercio, servicios y entretenimiento, dado que no se ha logrado recuperar el consumo local debido a los bajos ingresos percibidos por la población general, y que son destinados a la adquisición de productos de primera necesidad.
Según refirió Gilberto Sauza Martínez, presidente del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México, dicha situación incrementa el riesgo de cierre definitivo para muchas unidades económicas, las cuales se estiman en alrededor de 40% al término de la contingencia sanitaria.
Para el cierre de año, se prevé una caída de 10% y la pérdida de más de 3 millones de empleos y cerca de 13 millones que tendrán que buscar una vía de ingresos adicional, ya sea por medio del comercio informal o de un segundo empleo.
Ante este panorama, aseveró que las acciones del Gobierno federal para minimizar las afectaciones económicas agravadas por la pandemia de COVID-19 no han funcionado, y esto se refleja en la caída del Producto Interno Bruto en un 18.7% y un índice inflacionario de alrededor de 4%.
Por ello, insistió en establecer otro tipo de políticas públicas para la atracción de inversiones que detonen un crecimiento a nivel regional. Destacó que los estados están llamados a crear alianzas para volverse atractivos ante la llegada de nuevos capitales aprovechando las ventajas competitivas con las que cuenta la zona centro del país, y fortalecer la infraestructura, servicios digitales y la desregulación.
Además del aspecto gubernamental, añadió que las empresas deben ser partícipes haciéndose más competitivas, incluyendo la creación e implementación de sistemas que garanticen la satisfacción de sus clientes; y de modelos de producción y distribución innovadores; características que les asegurará su permanencia en el mercado actual.