En un principio, tanto zorros como gatos no eran animales salvajes típicos de Australia; de hecho, ambas especies fueron introducidas por los colonizadores europeos.
Sin embargo, en los últimos años, estos dos depredadores se han encargado de acabar con poblaciones enteras de pájaros, reptiles y otros pequeños animales originarios de este país. Esta tendencia ha llegado a tal grado de alarmar a los conservacionistas locales debido a que, en algunos casos extremos, especies enteras han sido orilladas a la extinción.
Un estudio reciente publicado en la revista Diversity and Distributions demostró que, en promedio, mueren cerca de 2 mil 600 milllones de animales salvajes anualmente, esto al caer presas de gatos domésticos y zorros que habitan en los campos.
Y es que al ser especies que se introdujeron en el país, los zorros buscan alternativas para alimentarse. Mientras que los gatos de casa cargan con una herencia genética de depredadores naturales.
En total, según documenta el portal de noticias Smithsonian Magazine, las pérdidas se distribuyen de la siguiente manera: “Los gatos y los zorros acaban con 697 millones de reptiles, 510 millones de aves y mil 400 millones de animales pequeños al año”.
En ese sentido, los biólogos del instituto Australian National University señalan que este fenómeno explica el por qué las tazas de mortalidad y pérdida de biodiversidad son tan elevadas en Australia. Prueba de ello es que, sólo como presas de gatos y zorros, un total de 34 mamíferos han desaparecido por completo.
Por estos motivos, el gobierno australiano ha emitido una alerta nacional para evitar que, al menos, los animales de casa se alimenten de especies en peligro de extinción. Además, impulsaron políticas para crear refugios de vida silvestre, con el objetivo de que las especies endémicas puedan desarrollarse de nueva cuenta.