Los tiburones martillos son capaces de contener la respiración cuando se sumergen en aguas gélidas, una estrategia que les permite regular su temperatura mientras cazan.
Esta técnica completamente inesperada fue revelada en un reciente artículo publicado por la revista Science, donde Mark Royer, biólogo de la Universidad de Hawái (Estados Unidos), señaló que dicho comportamiento nunca se había observado en ningún otro pez de profundidad, lo cual plantea interrogantes sobre la posible prevalencia de la retención de la respiración entre otras especies.
“Los tiburones martillo suelen depender del movimiento hacia adelante para forzar el paso del agua por sus branquias, lo que les permite extraer el oxígeno necesario para respirar. Sin embargo, cuando estos depredadores nadan 800 metros de profundidad para capturar calamares y otras presas, el agua más fría podría afectar su metabolismo, función cardíaca y vista, factores que reducirían su capacidad de caza”, explicó el también líder de la investigación.
“Al cerrar las branquias y la boca, conteniendo la respiración, estos animales resultan capaces de limitar su exposición al agua fría, tal y como lo hacen ciertos especímenes como el atún rojo y el tiburón mako, los cuales presumen una anatomía especiealizada que les permite conservar el calor corporal en aguas frías”, añadió.
Durante el estudio, Royer y su equipo analizaron la información detallada sobre el comportamiento de natación, la profundidad y la ubicación de un pequeño grupo de 6 tiburones martillo marcados que, en conjunto, registraron más de 100 inmersiones en Hawái a lo largo de varias semanas.
Por medio de cámaras colocadas en sus aletas pectorales, observaron cómo se abren y cierran las branquias al sumergirse.
“Es posible que hayan aprendido de otros animales que bucean y se alimentan de presas a la misma profundidad y temperatura”, opinó el especialista.