Durante los últimos 200 millones de años, este pez remo sobrevivió a la extinción masiva de dinosaurios, el cambio climático, la evolución y la llegada de nuevas especies, excepto a la introducción de una: los humanos.
El pez espátula chino tenía una larga punta en forma de espada repleta de células que le ayudaban a detectar actividad eléctrica en animales de presa como los crustáceos.
De acuerdo a un estudio publicado en la revista Science of the Total Environment, la población del Psephurus gladius comenzó a decender drásticamente en la década de 1970 debido a la sobre pesca y la fragmentación de su hábitat, problema que se agravó en 1981 con la construcción de la presa Gezhouba, que impidió al pez seguir su ciclo migratorio natural río arriba.
De 1981 al 2003 se avistaron sólo 201 ejemplares de la especie y en 1996 entró a la lista de especies en peligro de extinción. En respuesta a esta situación, China construyó otro embalse, Tres Gargantas, en 2003 lo cual terminó de matar a toda la especie que no pudieron encontrar nuevos lugares para incubar nuevas crías.
Investigadores del laboratorio de Conservación de la Biodiversidad en Agua Dulce del Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales de la República Popular China aseguran que, aunque el último avistamiento fue en 2003, el último ejemplar de esta especie murió entre 2005 y 2010.