A lo largo de la historia, muchas han sido las investigaciones que han tratado de descubrir el origen de los seres humanos, siendo una de las más reconocidas la teoría de Charles Darwin publicada en 1817.
En ella, el naturalista inglés afirma que el ser humano desciende de los monos a través de la evolución.
A pesar de que dicha investigación ha sido el centro de múltiples debates y críticas, investigadores de todas partes del mundo han continuado estudiando a las distintas especies de primates; y en esta ocasión, un trabajo por parte de la Universidad de Warwick, Inglaterra, demostró que los orangutanes salvajes (Pongo) no tienen un lenguaje fijo, por lo que éste es capaz de cambiar según el entorno social en el que se desenvuelvan.
Según el estudio, la interacción social se encarga de moldear y transformar el vocabulario de estos primates, situación similar que ocurre con nosotros.
Por lo que este hallazgo puede demostrar que los monos cuentan con personalidades vocales, además de explicar un poco más el desarrollo del lenguaje en nuestros ancestros evolutivos.
Para llegar a esta conclusión, el investigador Adriano R.Lameira del Departamento de Psicología de Warwick, junto a su equipo, grabaron a un total de 70 ejemplares de seis poblaciones diferentes, repartidos entre los pantanos y selvas de Borneo y Sumatra, un par de islas ubicadas en el sudeste asiático.
Dentro de estos segmentos de orangutanes, los expertos encontraron diferencias en la densidad de población: desde grupos que socializaban intensamente hasta los más dispersos.
Los resultados arrojaron que dentro de las poblaciones con alta densidad, los primates empleaban una gran variedad sonora. Mientras que los ejemplares pertenecientes a las poblaciones más dispersas se decantaban por una comunicación más establecida y convencional.
“Los orangutanes, tanto en libertad como en cautividad, por fin nos están ayudando a resolver uno de los enigmas más antiguos de la ciencia: el origen y evolución del lenguaje”, se lee en el estudio.