Un nuevo estudio publicado en la revista Nucleic Acids Research revela que los calamares tienen la capacidad de cambiar el código de sus genes mediante la modificación de su ARN hasta mucho después de haber salido del núcleo celular. Esta sorprendente capacidad nunca se ha observado en otro animal, salvo pulpos y sepias.
En la reproducción humana típica, los bebés nacen con un cariotipo (patrón cromosómico) XX o XY, compuesto por una mezcla del ADN de sus padres. Estos genes heredados lo codifican todo en el cuerpo, desde el color del cabello hasta la función de los órganos. Nuestros genes están cementados y, aunque ciertos mecanismos pueden alterar su expresión (las mutaciones pueden desencadenar la aparición de enfermedades), permanecerán sin cambios durante toda nuestra vida.
¿Qué especie tiene este “superpoder”?
Se trata del calamar de aleta larga (Doryteuthis pealeii). Los científicos descubrieron que en los nervios de este calamar (o neuronas), el ARNm (ácido ribonucleico mensajero) estaba siendo editado fuera del núcleo, en una parte de la célula llamada axón, las proyecciones neurales largas y delgadas que transmiten impulsos eléctricos a otras neuronas. Esta edición de ARNm permite a los calamares afinar con concreción las proteínas que producen en los sitios locales, lo que significa que pueden alterar drásticamente el comportamiento de su maquinaria biológica, según sea necesario, tal vez para ayudarle a adaptarse rápidamente a un nuevo entorno.
Se trata de un descubrimiento extraño y a la vez fantástico, pues podría conducir a mejores tratamientos genéticos para los humanos en lo que respecta a trastornos neurológicos; pues, en humanos, la disfunción del axón se asocia con muchos padecimientos de este tipo.