En el pliegue más recóndito de las Montañas Rocosas canadienses, un reciente hallazgo ha sacudido el mundo de la entomología. Resulta que allí, en el Parque Nacional Waterton Lakes, una mariposa de apenas unos centímetros de envergadura, con alas marrones salpicadas de manchas negras, ha sido oficialmente reconocida como una especie distinta.
Su nombre científico, Satyrium curiosolus, no sólo resalta su reareza, sino también el asombro del equipo que la descubrió.
Y es que durante décadas, los científicos involucrados creyeron que se trataba de una población marginal de un espécimen conocido como Satyrium semiluna. No obstante, un análisis genético a profundidad reveló que, en realidad, dicha lepidoptera lleva, al menos, 40 mil años evolucionando oculta y sin contacto con sus parientes más cercanos.
“Aplicamos técnicas de secuenciación del genoma completo para estudiar a la S. Curiosolus. Los resultados no sólo fueron concluyentes, sino también conmovedores: esta especie posee una diversidad genética alarmantemente baja y una elevada tasa de endogamia histórica”, subrayó el líder del equipo, Zac MacDonald, para la revista ZooKeys.
“Sin embargo, lejos de condenarla a la extinción, este estado parece haberla hecho resistente. Creemos que durante estos miles de años, logró eliminar parte de su carga genética a través de generaciones de aislamiento”, agregó.
Cabe mencionar que este fenómeno no es nuevo en el reino animal, ya que anteriormente se había visto en otras especies como el zorro de las Islas del Canal (Urocyon littoralis), el cual también sobrevivió pese a una variabilidad genética limitada.