Los delfines rosados de Hong Kong volvieron a verse en el río de las Perlas luego de que se suspendió el tráfico marítimo como consecuencia del Covid-19.
En los últimos 15 años, la población de estos animales disminuyó 80 por ciento debido a la interferencia humana, de acuerdo con Laurence McCook, jefe de conservación de océanos del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
Gracias a que el tráfico de transporte entre Hong Kong y Macao se detuvo de forma temporal debido a las restricciones de viajes causadas por el Covid-19, algunos delfines volvieron a sus antiguas áreas de alimentación en el río de las Perlas.
Según la oficina de Hong Kong de WWF, la población de delfines rosados de Hong Kong que habitan en este río ronda los 2 mil 500 ejemplares.
McCook señala que esta especie, mejor conocida como "baiji", se enfrenta a amenazas como la pérdida y degradación de su hábitat, el agotamiento de sus presas, el ruido subacuático, el tráfico de embarcaciones y distintos contaminantes.
Especialistas en cetáceos del río de las Perlas propusieron un plan de emergencia para que los delfines puedan estabilizarse y recuperarse, que incluye la protección de áreas críticas para su alimentación, apareamiento y socialización.
El delfín rosado de Hong Kong es conocido por su nariz larga y delgada, así como por su color rosado. Es un animal que puede medir hasta 3 metros de longitud y pesar hasta 280 kilogramos.
Se considera una especie en peligro crítico de extinción por la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).