En las últimas horas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para impulsar la explotación minera en aguas profundas del océano, incluyendo aguas internacionales, con el objetivo de buscar y extraer minerales críticos, un sector considerado clave para el desarrollo tecnológico.
De esta manera, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) deberá abrir las compuertas para la minería de los fondos marinos; mientras que los secretarios del Interior y Comercio, Doug Burgum y Howard Lutnick, agilizarán la exploración y tramitación de permisos para dicha actividad, a fin de que el país norteamericano comience a liderar esta nueva industria.
“Las vastas áreas del lecho marino albergan minerales y recursos energéticos críticos, los cuales serán clave para fortalecer nuestra economía, asegurar nuestro futuro energético y reducir la dependencia de proveedores extranjeros”, comunicó la Casa Blanca en un boletín.
“Actualmente, Estados Unidos controla los recursos minerales del lecho marino en una de las áreas oceánicas más extensas del mundo, por lo tanto, tiene derecho a acceder a esos recursos”, recordó.
Al respecto, organizaciones como Ocean Conservancy condenaron la decisión, argumentando que impulsar la minería de los fondos marinos desafía el consenso internacional y terminará dañando el océano e incluso a Estados Unidos.
Por su parte, la Coalición para la Conservación de las Profundidades Marinas (DSCC, por sus siglas en inglés) invitó a los gobiernos mundiales a unirse al creciente movimiento a favor de una moratoria a la minería en aguas profundas.