Este viernes, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, fijó como meta primordial a su gobierno el reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 65% para el año 2035, esto con respecto a los niveles registrados en 1990.
A través de un comunicado oficial, el mandatario explicó que este objetivo va acorde a lo implementado en el Acuerdo de París (2015) por parte de la Federación Rusa.
En ese sentido, se especifica que la reducción de emisiones debe ocurrir considerando la capacidad máxima de absorción posible de los bosques y otros sistemas ecológicos naturales, lo anterior sin afectar el desarrollo socioeconómico sostenible y equilibrado del país europeo.
Asimismo, incluye un punto sobre el acceso no discriminatorio a equipos y tecnologías necesarios para reducir estas liberaciones o aumentar su absorción.