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Publicado en ECO

Ranas sanas pueden cambiar su sexo en estado salvaje

Martes, 09 Abril 2019 21:53 Escrito por 
Ranas sanas pueden cambiar su sexo en estado salvaje Algunas ranas verdes (Rana clamitans) pueden cambiar su sexo incluso en estanques forestales sin altos niveles de contaminación. FOTO DE JOHN CANCALOSI, NAT GEO IMAGE COLLECTION

¿Qué determina si un animal se convierte en un ejemplar macho o hembra? En el caso de las ranas, el sexo es mucho más complicado de lo que pensábamos.

En el caso de algunas criaturas, como los reptiles y los peces, el medioambiente puede influir fuertemente en la determinación del sexo. Por ejemplo, es probable que las tortugas marinas que crecen en arenas más cálidas se conviertan en hembras. Por el contrario, los mamíferos se rigen por la genética: si eres genotípicamente macho en el útero, en el exterior probablemente te desarrolles como tal.

Los anfibios, como las ranas, se encuentran en el medio. La genética es su principal influencia, pero el medioambiente también desempeña un papel importante. En el laboratorio, se ha demostrado que algunos contaminantes, como los estrógenos sintéticos y los herbicidas, inducen genéticamente a las ranas macho a que se desarrollen en el exterior como ranas hembra.

La investigación ha comenzado a demostrar que esto también sucede en estado salvaje. En el año 2014, un informe publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences descubrió que, en los Estados Unidos, la escorrentía contaminada que llegaba a los estanques suburbanos podía estar convirtiendo a las larvas macho de los anfibios en larvas hembra.

Sin embargo, el trabajo actual de este mismo grupo de investigación demuestra que el cambio de sexo también está sucediendo en estanques forestales más prístinos, lo que señala que también es un fenómeno natural, por lo menos en esta especie.

Un estudio publicado en febrero en la revista PeerJ encontró ranas de sexo cambiado en la mayoría de los cuerpos de agua estudiados. Asimismo, descubrió que no existía relación entre el grado de desarrollo humano que poseían las áreas alrededor de los estanques y la proporción de animales de sexo cambiado.

“Esto no es solo una historia relacionada con la contaminación. Por el contrario, esta situación indica que las ranas pueden adaptar su destino sexual a las circunstancias locales”, entre las cuales podemos encontrar variaciones en la temperatura o alguna otra variable medioambiental, afirma Rick Shine, investigador en la Universidad Macquarie y la Universidad de Sídney, ambas en Australia.

“Esto suena ridículamente sofisticado para una simple rana, pero los estudios recientes han documentado exactamente la misma sofisticación en algunas especies de lagartijas” y otros animales, señala Shine, quien no participo de la publicación.

Inspección de estanques

En el estudio, los autores estudiaron a las ranas verdes (Rana clamitans) en 18 estanques de Connecticut, cuyos paisajes variaban en lo que respecta a desarrollo suburbano; cuatro estaban ubicados en áreas 100 % forestales.

El equipo analizó el sexo genotípico de las ranas utilizando una técnica genética nueva y lo comparó con el sexo fenotípico de los animales. Asimismo, buscaron óvulos en los testículos de las ranas.

Las ranas verdes hembra poseen dos cromosomas X, mientras que los machos poseen un cromosoma X y uno Y. Los investigadores descubrieron que los machos superaban en número a las hembras en todos los 18 estanques que estudiaron menos en uno. En siete de los estanques, encontraron ranas genotípicamente hembras que se habían desarrollado como machos (machos XX) y, en ocho, notaron ranas genotípicamente machos que se desarrollaron como hembras (hembras XY). La proporción de animales de sexo cambiado era, generalmente, de menos del cinco por ciento, pero, en uno de los estanques, llegó al 10 por ciento.

Once de los estanques tenían cantidades significativas de ranas macho con células similares a óvulos en sus testículos. En uno, en un área principalmente forestal, el 44 por ciento de las ranas poseían las llamadas características “intersexo”, aunque, en la mayoría de los estanques la proporción era menor.

Los investigadores no pueden precisar por qué en algunos estanques había mayor cantidad de ranas de sexo cambiado o “intersexo” que en otros. No parece estar relacionado directamente con la temperatura, la composición química sintética u otra variable que el equipo haya medido, indica Max Lambert, investigador posdoctoral de la Universidad de California, Berkeley, y autor de ambos estudios.

www.nationalgeographicla.com

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