¿Sabías qué, aproximadamente, uno de cada tres mil gatos tricolores es macho? Y es que en estos felinos, el color del pelo representa una característica que viene ligada a los cromosomas sexuales.
De acuerdo con el catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Murcia, José Manuel López Nicolás, en su libro “Un Científico en el Supermercado”, los gatos tienen dos cromosomas sexuales: el X que es aportado por la madre y el padre puede aportar el cromosoma Y o también el X. De esta forma, y al igual que sucede con nosotros los seres humanos, un minino con cromosomas XX es hembra y un gato con cromosomos XY es macho.
“En los gatos, el gen para color naranja está ubicado en el cromosoma X y puede tener un alelo para el color negro. Por lo tanto, la única forma de que ambos alelos estén juntos y combinados con blanco es que haya dos cromosomas X; es decir, que sea una gata”, explica el científico en su libro.
“Generalmente, los machos únicamente tienen otro color además del blanco. Por ello, aproximadamente sólo uno de cada tres mil gatos tricolores es macho. Así que, cuando veas un gato con tres colores distintos, puedes apostar con casi total seguridad que se trata de una hembra”, apunta.
En el caso de los gatos siameses, López Nicolás señala que la enzima denominada como Tirosinasa juega un papel clave en su color. Y es que esta proteína contribuye a producir melanina, un pigmento responsable de las manchas oscuras de la piel felina. Además, los gatos siameses cuentan con una extraña mutación en su ADN que provoca que la Tirosinasa sea mucho más sensible a la temperatura que la presente en otros gatos.
Así, cuando un gato siamés tiene una temperatura corporal normal, sobre los 37 grados centígrados, el color predominante es claro. Sin embargo, cuando la temperatura baja, la Tirosinasa se activa y desencadena una serie de reacciones que dan lugar a la melanina, provocando el oscurecimiento de la piel.