En el lenguaje de los gatos, el hecho de que ellos amasen superficies y personas tiene significados diferentes, pero proviene de un mismo origen. Generalmente, viene acompañado de un ronroneo tenue, mismo que se puede hacer más fuerte si el minino se siente cómodo y en confianza.
Parece un ritual planeado minuciosamente. El gato da un brinco elegante y cae justo en donde quiere quedar; ya escogió el lugar perfecto para tomar una siesta, o el espacio ideal para darse un merecido baño de sol. Poco importa si es en la mañana, a la hora de comer o cuando cae la noche, siempre pasa lo mismo. A pesar de que es una acción recurrente, la motivación detrás de los gatos que amasan no es tan clara para muchos de sus dueños.
Amasar superficies
Los felinos domésticos son muy sensibles. Cuando lo hacen contra superficies específicas, como un cojín, sillón o alguna alfombra, habitualmente están preparando el territorio para acostarse. En otras palabras, es una manera de impregnar su olor al espacio en donde van a descansar, así como reconocerlo mediante el sentido del tacto.
Amasar a otros animales
Esta práctica proviene de un instinto animal congénito. Cuando las crías de gato tienen que obtener leche de sus madres, de manera natural, ellos imprimen este movimiento acompasado sobre sus tetas para conseguir alimento. Por esta razón, cuando los felinos adultos amasan a otros animales, representa un gesto de cariño y cercanía emocional con el otro.
Amasar a personas
Por último, cuando los gatos amasan a las personas con las que viven, el significado cobra una dimensión aún más íntima que las anteriores. Además de que los gatos saben que sus dueños les dan de comer, limpian su espacio y les provee de un hogar, el hecho de hacer este movimiento sobre la panza, las piernas o el pecho de la gente, no es sino una manera de expresar un amor profundo.
A diferencia de los perros, los gatos domésticos son animales más selectivos. Debido a ello, el amasamiento es una demostración de cercanía y confianza.