La coprofagia es un trastorno que provoca que los perros, en especial los cachorros, ingieran sus propias heces. Pero, más allá de la incomodidad que esta situación pueda generarte, la coprofagia puede ser un indicativo de que tu mascota padece diversos problemas de salud.
Lo primero que debes saber acerca de la coprofagia es que sus causas están ligadas directamente con distintas alteraciones como la insuficiencia pancreática, infecciones intestinales o el síndrome de malabsorción. No obstante, también puede deberse a problemas de conducta, como querer llamar la atención de los dueños.
Otro factor que puede desencadenar este trastorno es la ansiedad, derivada de limitar su tiempo de paseo o no respetar sus horarios de comida.
¿Cómo tratarla?
Lo primero que debes hacer es descartar que la condición, posiblemente, sea producida por un problema de salud.
Si la coprofagia de tu mascota se debe a una circunstancia de comportamiento, existen algunos consejos que pueden ayudarte a eliminar de ella este mal hábito. Por ejemplo, poner salsa picante en las heces para que al momento de ingerirlas, tu mascota pruebe un sabor desagradable. Otra alternativa es darle órdenes con voz suave cuando esté a punto de comer sus excrementos, con el propósito de distraerlo, y recoger sus heces sin que se de cuenta.
Por último, pero menos importante, lo más recomendable para afrontar este tipo de situaciones es recurrir inmediatamente al veterinario para obtener un diagnóstico completo.