Si alguna vez has estado cerca de un gato, seguramente te percataste de que son animales solitarios que prefieren vivir su vida de manera discreta e individual; por este motivo, no necesitan mucho de las cuestiones vocales para comunicarse.
Por el contrario, la mayoría de los felinos y gatos domésticos se desenvuelven por medio de olores o lenguaje corporal, adoptando diferentes posiciones que expresan estados de ánimo o necesidades.
Tomando en cuenta lo anterior, el maullido no forma parte del lenguaje natural del gato; de hecho, se podría decir que este sonido se desarrolló exclusivamente para comunicarse con nosotros los seres humanos.
Prueba de ello es que el único tipo de maullido dentro del lenguaje felino ocurre entre la gata y sus gatitos, al momento en que éstos últimos requieren la atención y cuidado de su madre.
Tiempo después, cuando los gatitos crecen, transportan este sonido lindo y entrañable para comunicarse con las personas.
En otras palabras, una vez que alcanzan la edad independiente, los mininos únicamente maúllan para establecer contacto con nosotros. Lo anterior debido a que con el transcurso de los años lograron identificar que con esta forma de comunicación pueden conectar con los seres humanos, y de esa manera, satisfacer sus necesidades.
Incluso, algunos estudios científicos llegaron a afirmar que estas mascotas refinaron sus maullidos con el objetivo de manipular a sus dueños.