De no creerse. Una mujer llamada Naomi acaparó los noticieros de Perú y otras partes de América Latina debido a que se encuentra en una especie de batalla legal contra el ayuntamiento de Jesús María, el cual quiere apartarla de su mejor amigo, un gallo llamado “Claudio”.
En días recientes, los medios locales de aquel país dieron a conocer el caso de Naomi, una estudiante de enfermería que desde hace aproximadamente un año, las autoridades del distrito donde reside la hostigan por cualquier cosa que tenga que ver con su mascota emplumada.
Resulta que personal del ayuntamiento de Jesús María, provincia de Lima, ha visitado a la chica en varias ocasiones para verificar si “Claudio” vive en un ambiente apto. Y como vieron que era así, entonces comenzaron a enviarle multas y requerimientos por los ruidos que hace el animal en determinadas horas del día.
A pesar de que dichas peticiones aseguran que los vecinos de la zona se quejan por el canto de “Claudio”, la dueña afirma que tiene todos los papeles en orden e, incluso, cuenta con una hoja llena de firmas donde los habitantes de la localidad otorgan su aprobación de que el gallo permanezca en su hogar, pues su presencia no los molesta.
“Yo lo rescaté de la muerte y él a mi de la depresión, fue en un momento en que todo se me juntó. Lo salvé de un basurero, me hace muy feliz cuando canta”, explicó la afectada a medios locales que han difundido su historia.
“(`Claudio´) Cuenta con su respectivo sello de sanidad y se encuentra en perfecto estado de salud. Tengo miedo de que el distrito de Jesús María me quite a mi mascota a través de las multas y otros papeles que he recibido en los últimos meses”, agregó.
Ante esta situación, los trabajadores del distrito indicaron que ellos no quieren separarlos; sin embargo, Naomi debe ir a sus oficinas con los documentos correspondientes para que se pueda quedar con su gallo. De ser “regularizada” su situación, el animal tendría que pasar algunos momentos del día dentro de una caja acústica.