La etapa de celo de los perros y gatos suelen llevar asociadas numerosas ideas preconcebidas y planteamientos que, en muchas ocasiones, resultan erróneos en cuanto a su duración o el comportamiento de los animales de compañía. Por ello, un reciente artículo por parte de expertos veterinarios de la clínica animal internacional Kivet pretender resolver las principales dudas acerca de esta situación, además de ofrecer consejos para saber cómo actuar con las mascotas cuando éstas se reproduzcan.
Antes de comenzar, habría que preguntarse ¿qué es el celo? Los especialistas lo definen como aquel periodo en el que las hembras son receptivas a la monta. Por el contrario, los machos no padecen el celo como tal, pero sí que existen algunas diferencias de comportamiento entre ambos sexos, así como entre perros y gatos.
¿En que se diferencia el celo en perros y gatos?
Desde que los machos alcanzan la madurez sexual (6-8 meses de edad) reaccionan al celo de las hembras a través de las feromonas que éstas emiten. De esta manera, los machos de ambas especies tienen características similares y se observan notables cambios de comportamiento, como mayor inquietud, aumento de territorialidad e incluso frustración.
Sin embargo, las hembras de cada especie presentan características propias determinantes. Azahara Serrano, veterinaria de la clínica Kivet, explica que las perras alcanzan la madurez sexual entre los 6 y 12 meses de edad, aproximadamente. “Son monoreproductivas no estacionales, es decir, solo presentarán un único periodo de celo por cada ciclo reproductivo y esto puede ocurrir en cualquier época del año”.
Por su parte, las gatas alcanzan su edad fértil entre los 6 y 7 meses de nacida; a diferencia de su contraparte canina, éstas son polireproductivas estacionales; ósea, presentan varios celos seguidos desde la primavera hasta el otoño y tendrán un nuevo ciclo cada 2 o 3 semanas.
Aclaración de mitos sobre el celo y la esterilización
- *Las hembras deben criar al menos una vez en la vida, lo cual evitará tumores mamarios e infecciones uterinas. “Nada más lejos de la realidad”, señala la experta. “Existe un estudio que revela que la esterilización de hembras antes de su primer celo, reduce por completo la posibilidad de desarrollar estos padecimientos”.
- La castración cambia el carácter de las mascotas. Esta afirmación es una de las más populares entre la sociedad, pero, como bien indica la veterinaria, es falsa: “la castración no vuelve aburridas a las mascotas ni cambia su carácter…de hecho, la cirugía únicamente elimina la influencia hormonal de las mascotas”.
- *Se vuelven menos activos y tienden a engordar después de la esterilización. La realidad es que las mascotas no engordan con la castración, aunque sus necesidades nutricionales sí cambian debido a los cambios hormonales. Para estos casos, los especialistas recomiendan acudir al veterinario para “proporcionarles a las mascotas un alimento específico para animales castrados, que estará formulado especialmente para que mantengan una condición corporal adecuada”.