¿Alguna vez te has imaginado o sentido que tu perro te sonríe? No, no es una fantasía; tu mascota sí te está sonriendo, y es de felicidad.
Resulta que, con el paso de los años, los perros han desarrollado su sistema límbico, que maneja las emociones, y lograron sonreír al igual que los seres humanos y con el mismo fin. Con otras palabras, gracias a cientos y miles de años de evolución y convivencia lado a lado con los seres humanos, los caninos desarrollaron la habilidad de interpretar nuestra sonrisa, por lo que, de a poco, imitaron a sus dueños en las mismas condiciones.
¿Cómo fue que los perros lograron sonreír?
Un reciente artículo publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explica que el proceso de domesticación de los perros, a partir de los lobos, ha tomado aproximadamente unos 100 000 años de convivencia con los seres humanos. Durante todo ese tiempo, los peludos sufrieron muchos cambios físicos y neurológicos para adaptarse a su nuevo entorno, entre los que se encuentra la sonrisa.
“Si en algo son buenos los perros, es en leernos. Todo lo que es el lenguaje verbal y no verbal, es decir, la parte emocional”, explica Alberto Tejeda Perea, académico de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM.
En este sentido, el experto indica que, por ejemplo, un cerdo o una vaca nunca serán capaces de sonreír, debido a que estos demuestran su felicidad de otras maneras, como saltando o corriendo.