Esta semana, una mujer oriunda de Auckland, Nueva Zelanda, fue condenada a dos meses de cárcel luego de no proporcionarle los cuidados necesarios a su perro.
De acuerdo con la Sociedad para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (SPCA), el ejemplar, de nombre “Nuggi”, padecía una obesidad severa, la cual, después de un tiempo, le provocó la muerte.
Los registros de la misma asociación revelaron que la mascota pesaba 54.4 kilogramos y al final de su vida era incapaz de moverse. Por si fuera poco, la gravedad de su condición era tal que los veterinarios ni siquiera podían escuchar los latidos de su corazón a través del estetoscopio, esto debido a la gruesa capa de grasa, producto de una dieta irregular a base de piezas de pollo y galletas.
“`Nuggi´ estaba siendo sobrealimentado y, en lugar de buscar ayuda o corregir el comportamiento, su dueña continúo dándole de comer hasta que apenas pudo caminar”, declaró el director ejecutivo de la SPCA, Todd Westwood.
“Tristemente, el animal falleció por una hemorragia hepática luego de ser rescatado. Una necropsia reveló que tenía otras complicaciones de salud, entre ellas una enfermedad hepática y la enfermedad de Cushing”, detalló.
Respecto a la propietaria, Westwood explicó que el tribunal del Distrito de Manakau la condenó a un par de meses en prisión y le impuso una multa de mil 222 dólares neozelandeses. Asimismo, la sentencia le prohíbe adoptar perros durante un año.