La inteligencia de los perros no deja de sorprendernos, a tal punto que hay quienes dicen que sólo les falta hablar para compararse con un amigo de nuestra misma especie.
En ese sentido, más de una vez los científicos se han preguntado, seriamente, cómo funciona el cerebro de estos animales domésticos. Ahora, en lo que a la imaginación de los caninos se refiere, tal parece que dicho proceso resulta aún más complejo de lo que creíamos.
Publicado en la revista Current Biology, un nuevo estudio reveló que el llamado “mejor amigo del hombre” es capaz de diferenciar entre palabras y objetos distintos; pero no sólo eso, pues también muestran cierto desconcierto cuando las primeras no coinciden con las cosas a las cuales denominan.
Para llegar a esta conclusión, los autores, con el propósito de no realizar pruebas invasivas a los participantes, decidieron recurrir a estudios de encefalograma para medir los impulsos eléctricos al interior del cerebro de 27 ejemplares, los cuales iban acompañados de sus propietarios.
Tras varias pruebas, el equipo observó un patrón de impulsos eléctricos similar a una señal conocida en personas. Lo anterior salió a flote luego de aplicar una prueba cognitiva utilizada previamente con bebés humanos.
Dicha evaluación consiste en comparar las lecturas del encefalograma de un sujeto al que se le dice una palabra o frase concreta, para después mostrarle el objeto correspondiente o uno que no coincide.
Por el momento, los encargados del experimento desconocen si algún otro espécimen comparte esta sorprendente habilidad; pero sí concuerdan en que tiene sentido que los animales más expuestos a los lenguajes humanos hayan desarrollado cierta capacidad de este tipo.