Al menos 30 perritos y un incontable número de gatos, cuervos, ardillas, serpientes, tlacuaches, peces y aves han muerto durante las últimas dos semanas en los alrededores del Club Campestre de Durango.
Debido al olor que emanan los charcos de la zona, activistas locales aseguran que estos decesos podrían ser producto de un envenenamiento líquido masivo.
Según los mismos defensores, entre las víctimas destacan animales silvestres y ejemplares en situación de calle, pero también mascotas de vecinos. Tal es el caso de “Bruno”, un San Bernardo que después de su paseo rutinario se sintió mal y agonizó poco más de 11 horas en el veterinario para finalmente morir intoxicado.
En ese sentido, la Asociación Conciencia Provida Animal y Medio Ambiente ya presentó una denuncia ante la Fiscalía Genral de la República de México, por delitos contra la vida, integridad y dignidad hacia los animales. Mientras que los dueños del Club Campestre de Durango salieron a deslindarse y calificar cualquier señalamiento en su contra como “injustificado”.