En los peores momentos de la pandemia provocada por el Covid-19, cuando la gran mayoría del mundo estaba confinada en casa, mucha gente decidió adoptar una mascota, ya sea para hacerle frente a la soledad, poder salir a la calle a pasear o simplemente porque creyeron que este era el momento perfecto de hacerse con una.
Sin embargo, los problemas vinieron con la llegada de la “nueva normalidad”, pues estas personas dejaron de pasar mucho tiempo en casa, por lo que se volvió más difícil atender a sus animales de compañía. De hecho, la situación se complicó aún más con el fin del trabajo a distancia y el regreso a las oficinas.
Tomando en cuenta esto, en Canadá, donde alrededor de 200 mil personas adoptaron un perro o gato desde el inicio de la pandemia, algunas empresas permitieron a sus trabajadores acudir a las oficinas con su mascotas, y tanto unos como otros están encantados de permanecer unidos durante la jornada laboral.
Tal es el caso de Tungsten Collaborative, una empresa de diseño que decidió abrirle sus puertas a las mascotas de sus empleados.
En esta compañía ubicada en la ciudad de Ottawa, que cuenta con un total de 12 trabajadores, deambulan todo tipo de razas de perros, como “Daisy”, una labradora; “Eevee”, un Galgo Inglés; y “Hudson”, un cachorro Pastor Alemán.
“Alentamos a las personas que tienen mascotas a que las traigan a la oficina”, señaló Bill Dicke, presidente de Tungsten Collaborative.
“Uno como dueño desarrolla la relación con su mascota en casa, y de repente vuelves al trabajo, y tiene que estar enjauladas por el día o demabular solas por la casa”, lamentó.
En ese sentido, Dicke considera que la pandemia hizo que las empresas fueran más tolerantes con la presencia de mascotas en el trabajo. Y es que a raíz de la inclusión de animales de compañía, diferentes empresas registraron un aumento tanto de la actividad comercial como de la productividad personal.