El aumento de los casos de obesidad no sólo nos afecta a los seres humanos, sino también a los animales de compañía. Ese problema generó un alza preocupante en la incidencia de diabetes en perros y gatos.
La Organización Mundial de la Salud define a la diabetes como una enfermedad crónica que afecta la producción y el uso adecuado de insulina. Si bien este padecimiento suele cambiar por completo el estilo de vida de las personas, en mascotas provoca serios problemas en su salud, ya que impacta en todos los sistemas de sus cuerpos.
En ese sentido, médicos veterinarios piden a los millones de propietarios alrededor del mundo aprender a identificar signos del trastorno. Los primeros síntomas pueden ser:
- Aumento de la sed y ganas de orinar
- Pérdida de peso
- Cambios en el apetito y el comportamiento
Según un estudio publicado por la Universidad Virginia Tech, Estados Unidos, la diabetes animal afecta aproximadamente al 1.5% de los perros y entre el 0.5% de los gatos.
Para mala fortuna, se estima que el 20% de los ejemplares diagnosticados son sacrificados dentro del primer año, una decisión que refleja las complejidades asociadas con dicha enfermedad, tanto económicas como sociales.