En medio de un panorama económico que cada día luce más difícil, con altos costos de vida y salarios insuficientes, los surcoreanos están optando por una compañía distinta a la tradicional: los perros.
Y es que a medida que avanza la segunda mitad del 2024, el aumento en la tenencia de estas mascotas en Corea del Sur contrasta con la preocupante caída en la tasa de natalidad del país asiático, que el año pasado registró un mínimo histórico de 0.72, según datos del Ministerio local de Agricultura, Alimentación y Asuntos Rurales.
Dicha cifra se encuentra muy por debajo del 2.1 necesario para mantener una población estable, lo que ha llevado a un cambio notable en las prioridades de muchos habitantes.
Uno de los indicadores más claros de este cambio es el sorprendente auge en las ventas de carriolas para perros. De acuerdo con un informe del Wall Street Journal, basado en datos de la plataforma de comercio electrónico Gmarket, las ventas de carriolas para caninos superaron a aquellas para bebés en 2023, y la tendencia parece continuar este año.
Lo anterior resulta un cambio bastante significativo, si se considera que durante 2021 las carriolas para bebés representaban hasta el 67% de las ventas, frente al 33% de las carriolas para animales de compañía.
Si bien el descenso en la natalidad no es exclusivo de Corea del Sur, su situación actual es particularmente grave, a tal punto de generar preocupaciones a nivel nacional. Prueba de ello es que el presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, quien también es dueño de un perro y no tiene hijos, declaró que la baja natalidad es, ahora, una “emergencia nacional demográfica”.