Lavarse los dientes no es -o no debería- ser un acto exclusivamente humano, pues una mala higiene dental también puede pasar factura a la salud general de nuestras mascotas. Al igual que nos ocurre a nosotros, descuidar la higiene de la dentadura de perros y gatos puede, a largo plazo, ocasionarles problemas serios como infecciones, pérdida de dientes, problemas digestivos, hepáticos, cardiacos o renales, acortando considerablemente su vida.
Para evitarlo, deberemos lavar sus dientes con regularidad -mejor si es a diario- y llevarlo al veterinario periódicamente para que revise su dentadura.
¿Cómo lavarles los dientes?
Lavar los dientes a nuestra mascota puede llegar a ser una labor difícil, sobre todo hasta que el animal se acostumbre. Para que no oponga resistencia y prevenir problemas, lo mejor es empezar desde que son cachorros.
Lo ideal es hacerlo a diario, pero bastará con una vez cada tres o cinco días, según expertos. De esta manera, se evitará que se acumule placa y se forme sarro que irrite las encías y favorezca la aparición de bacterias y de la peligrosa gingivitis.
Para una correcta higiene, deberemos levantar el labio del perro o gato y cepillar los dientes con movimientos de arriba abajo en la parte superior y de abajo a arriba en la parte inferior, poniendo especial cuidado en los colmillos y las muelas, lugares en los que el sarro se forma más fácilmente. Debemos utilizar tanto cepillos como pasta específicos, nunca productos para humanos.
En todas las mascotas es imprescindible esta higiene, pero hay razas, sobre todo de perros, con las que hay que poner especial atención, pues son más propensas a padecer problemas dentales. Estas son, sobre todo las pequeñas, como los yorkshire terrier, los chihuahuas o los bichones. Estos animales tienen más tendencia a formar sarro debido a que sus dientes están más apiñados.
Juguetes y snacks, el complemento ideal
El cepillado se puede complementar con juguetes y snacks dentales, se trata de objetos hechos con materiales adecuados y no tóxicos que contienen unas púas que, al morderlas, llegan a rincones de la boca de difícil acceso y ayudan a eliminar residuos. También ayudan a fortalecer su mandíbula.
Además, reducen la acumulación de sarro y mantienen su aliento fresco.
También existen otro tipo de productos que pueden ayudar a mantener una buena salud bucodental, como sprays, láminas para masticar… pero siempre como complemento a un buen cepillado.
¿Qué comida es más adecuada?
Llevar una correcta alimentación es crucial para cuidar la dentadura de nuestras mascotas, esto implica que solo coman aquello que está especialmente indicado para ellos, según su edad, peso, problemas de salud, etc. Además, está comprobado que la alimentación seca es la más adecuada, puesto que la comida húmeda, como latas o comida casera, deja más residuos y, por tanto, aumenta el riesgo de acumulación de placa, sarro y los problemas derivados de ellos.
Visitas regulares al veterinario y limpiezas
Más allá de llevarlos cuando sospechamos que le pasa algo o para ponerles vacunas, es mejor hacerlo de manera preventiva. Hacerlo una vez al año desde cachorros y más a menudo según va cumpliendo años, contribuirá a detectar fácilmente alteraciones en sus encías, presencia de sarro, etc. Además, es probable, que cada cierto tiempo, el veterinario recomiende llevar a cabo una limpieza dental profesional.
Cuando más y mejor higiene dental, más podremos espaciar esta intervención.