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Publicado en PET'S

¿Cómo aumentar la esperanza de vida de tu amigo peludo? 

Lunes, 11 Enero 2021 00:01 Escrito por 

Por desgracia, el ciclo vital de los perros es mucho más corto que el nuestro. Sabemos que, dependiendo de sus características, nos acompañarán tan solo unos diez, quince o, si hay suerte, dieciocho años. Pero, además de la genética, los cuidados que les proporcionemos a lo largo de toda su vida pueden marcar una considerable diferencia y ayudar, así, a incrementar su esperanza de vida y, sobre todo, su calidad. 

La alimentación, clave en su salud 
Aunque se han adaptado a la dieta omnívora, los perros son carnívoros y su dieta ideal debe basarse en proteínas de origen animal. Una cantidad importante de piensos, quizás el alimento más extendido en la actualidad, no tienen la mejor composición para esta especie. 

Sobre todo los de gamas más bajas, pero también algunos muy bien considerados, basan su composición en los cereales, en vez de en la proteína animal. Por eso, es fundamental que siempre nos fijemos en la etiqueta del alimento que escojamos. Hay otras opciones además del pienso o las latas, como la comida deshidratada, la dieta BARF o la casera. 

En estos casos, es imprescindible que el menú lo confeccione un experto en nutrición canina. Además de la proteína animal, la comida tiene que adaptarse a la edad del perro y a sus características. No necesita lo mismo un cachorro que un anciano, ni un perro que se pasa el día corriendo que uno que a penas se mueve. 

Alimentación especial para perros 
Somos lo que comemos, de ahí la importancia de la alimentación para mejorar la calidad de vida del perro y mantener su sistema inmune fuerte, de forma que consiga combatir cualquier enfermedad.

Por otra parte, si al perro se le diagnostica alguna patología que requiere una dieta específica, es imprescindible que la sigamos. En esos casos, es parte del tratamiento y ayuda a preservar la salud del perro. 

El ejercicio que necesita hacer un perro 
El ejercicio no solo ayuda a que el perro se mantenga en un peso saludable; además, es fundamental para su cuerpo. La obesidad no solo es un problema estético, sino que aumenta el riesgo de sufrir enfermedades, agrava otras y disminuye la tolerancia a la anestesia o al calor. 

Aunque nuestro perro no sea el más activo del mundo, todos tienen que salir a pasear unas 2-3 veces al día. En estos paseos no solo activa su cuerpo, sino que olfatea su entorno, tiene la oportunidad de relacionarse con sus congéneres, accede a diversos estímulos, etc. El ejercicio adecuado a cada caso mantiene al perro tranquilo y receptivo. 

Por todo, rebaja su estrés y minimiza el riesgo de que surjan problemas de comportamiento. El estrés repercute en la salud, pero, además, desgraciadamente los trastornos de conducta son causa habitual de abandono y eutanasia. Por supuesto, nunca hay que atar a un perro, encerrarlo o dejarlo solo todo el día. 

Bienestar mental del perro 
Es tan importante como el físico. El bienestar del perro contribuye a mantener su salud. Se sabe que el estrés afecta al sistema inmune. Si este sistema se debilita es más fácil que se contraiga cualquier enfermedad. 

El ejercicio, pero, también, la socialización y la educación son la base para conseguir un perro estimulado y feliz. Exponer a los perros a todo tipo de estímulos y enseñarles las órdenes fundamentales evita que se estresen ante distintas situaciones. 

No se trata de convertirlos en artistas circenses, pero todos los perros deben acudir a la llamada, sentarse, mantenerse quietos, etc. Con este aprendizaje y el establecimiento de una rutina, le ofrecemos previsibilidad, fundamental para ellos. Si, además, cuentan con nuestra compañía estamos propiciando su felicidad y, en consecuencia, una mejor salud. 

La higiene básica del perro 
No hay que obsesionarse con este aspecto. Los perros tienen que oler a perro y hay que permitirles que se revuelquen por la hierba o jueguen en el barro con sus congéneres. El baño podemos dejarlo para cuando estén realmente sucios. Aunque, la higiene es mucho más que agua y jabón. 

Cepillarlos de vez en cuando puede relacionarse con la esperanza de vida por el vínculo que se establece entre perro-cuidador, que aumenta el bienestar. Pero, sobre todo, porque, al palpar el cuerpo del perro podemos detectar de manera precoz el crecimiento de bultos, heridas, parásitos, zonas dolorosas, etc. Un perro a gusto con su familia y con la correcta atención veterinaria mejora y conserva su salud.

Finalmente, estos son otros aspectos de higiene importantes que, si se descuidan, pueden dar lugar a problemas: 
Una deficiente higiene bucal provoca dolor y dificultades para alimentarse e incluso puede desembocar en la afectación de otros órganos como el corazón; unas glándulas anales obstruidas pueden acabar infectándose; las uñas que no se desgastan, como las de los espolones, podrían clavarse en la carne; los ojos y las orejas pueden alojar cuerpos extraños, herirse o infectarse.

 

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