En los últimos años, la tecnología ha avanzado a pasos agigantados, a tal punto de que hoy en día es relativamente “sencillo” clonar a un ser vivo, especialmente animales.
Esta situación ha propiciado un inesperado incremento en los casos de mascotas clonadas, sobre todo por aquellos influencers que basan la mayoría de sus ingresos en contenido generado a partir de sus fieles amigos peludos.
Lo anterior es especialmente visible en los creadores de contenido de Instagram, popularmente conocidos como instagrammers, quienes con tal de no perder seguidores y en consecuencia, dinero, han decidido clonar genéticamente a sus perros y gatos para continuar con el negocio.
Uno de los ejemplos más sonados es el de Courtney Udvar-Hazy, una joven de 29 años que es dueña de la cuenta @wander_with_willow, la cual tiene poco más de 140 mil seguidores.
Tras la muerte de su perrita, Courtney acudió a la compañía de clonación de mascotas ViaGen, y después de desembolsar decenas de miles de dólares, logró “traer de vuelta” a su canina.
En las imágenes más recientes de la usuaria, es posible ver a un ejemplar prácticamente idéntico; sin embargo, se trata de “Phoenix”, una copia genética de la perruna original.
Sin embargo, Courtney no está sola, ya que, como mencionamos al principio, la práctica de clonar mascotas cada vez se está volviendo más común.
El equipo detrás de una de las influencers de mascotas Tinkerbelle (@tinkerbellethedog), una perrita de raza papitese que cuenta con 510 mil seguidores en dicha red social, reveló en 2019 que el ADN de Tinkerbelle ya se encuentra almacenado para una futura clonación.
Otro caso es el del perfil @ipartywithbrucewayne de 55 mil followers, que suele publicar fotos de cuatro chihuahuas clonados junto con el original llamado “Bruce”.
De acuerdo con ViaGen, la clonación de mascotas es un nicho de oportunidad para ellos y otras empresas, sobre todo por aquellas personas que se ganan la vida a través de la comercialización de contenido de sus animales de compañía.
En promedio, la réplica genética de un perro o gato oscila entre 35 mil y 50 mil dólares dependiendo del tamaño, raza y características del animal.