La ciudad de Shenzhen, ubicada al sur de China y considerada como una de las más grandes del gigante asiático, ha dado un paso histórico al convertirse en la primera metrópoli en prohibir el consumo de carne de perros, gatos y animales salvajes como serpientes, pangolínes, etcétera.
Esta medida llega a pocas horas de que China salga formalmente de la pandemia de coronavirus que inició en su territorio en diciembre de 2019.
Y es que en su momento, se hizo mención a nivel mundial sobre la posible relación que tendría el coronavirus (originado en un mercado de Wuhan) con la venta y consumo de carne de estos animales, por lo que las autoridades de Shenzhen decidieron tomar cartas en el asunto de manera definitiva, y no correr futuros riesgos sanitarios por comer animales exóticos.
Esta medida entrará en vigor el 1 de mayo, por lo que todo aquel que la infringa será acreedor a una multa por más de 100 mil yuanes (poco más de 340 mil pesos). Si bien esta nueva ley ha sido aplaudida por muchos, también ha ganado criticas, ya que sólo contempla que las personas no pueden comer estos animales, pero sí pueden criarlos para utilizarlos en tratamientos medicinales, una práctica muy común en ese país.
Muchas personas han mencionado que el origen de estos virus y enfermedades se encuentra en la falta de higiene en los mercados chinos. No obstante, esta ley podría significar el primer paso para evitar futuros brotes y la consiguiente propagación de nuevos virus.