Hoy día, existe una larga lista de cuidados que los perros necesitan y por ello suelen ponerse de moda algunos procedimientos tanto interesantes como inesperados.
Tal es el caso de la denominada ortodoncia canina, la cual, a primera vista, puede parecer un capricho o una mera superficialidad; sin embargo, representa una técnica bastante efectiva en aquellos ejemplares que tienen deformidades en sus dientes, lesiones en el hocico, desgastes, fracturas, enfermedades periodontales y defectos en los tejidos de la boca.
De acuerdo con la revista Muy Interesante, el veterinario Jim Moore fue el primero en introducir este método para ayudar a la salud dental de los perros. Dependiendo del problema, este especialista aplica una ortodoncia de silicona o metal; o bien, recomienda seguir un tratamiento de corrección bucal.
No obstante, con el paso del tiempo, han sido desarrollados otros tipos de ortodoncia, ideales para que la mascota tenga un cierre confortable y cómodo de los dientes. Conócelos a continuación:
-Interceptiva: Consiste en la extracción de dientes de leche, cuando por la edad del animal ya se le tendrían que haber caído, para evitar la llamada persistencia dental, fenómeno común que impide que los dientes de leche caigan.
-Funcional: Sirve para corregir aquellos dientes ubicados sobre otros, o cuando la mandíbula superior e inferior no encajan correctamente. Asimismo, funciona para arreglar la desviación de colmillos que se pueden clavar tanto en la encía como en el paladar.
-Estética: Básicamente es corregir ciertas alteraciones en las estructuras dentales con el objetivo de conseguir una “boca perfecta”.
Finalmente, se estima que los precios de la ortodoncia canina son muy similares al de los humanos, pero éstos cambian dependiendo los problemas y el tamaño del canino.