Sucedió en Tarrant, Texas. Bajo un calor extremo de 38 grados centígrados y un aire quemante, la policía local rescató a 8 cachorros que habían sido abandonados a su suerte sin agua y al interior de una jaula de metal ubicada en medio de un campo árido.
Según cuentan los agentes Collin Stephenson y Haley Drew, de la Oficina del Sheriff del Condado de Tarrant, esta misión no hubiera sido posible sin una llamada, cuyo emisor se perdió en el anonimato, pero que sin duda se convirtió en el inesperado salvador de los perros de apenas 6 semanas de edad.
“Al ver la jaula abandonada, nuestra primera reacción fue de incredulidad. ¿Cómo alguien podría dejar a esas criaturas indefensas en tales condiciones?”, señalaron los oficiales.
“Notamos que la respiración de los cachorros era pesada y sus lenguas estaban secas por la sed. Por ello, decidimos actuar con rapidez y precisión, y trasladarlos hacia el Centro de Adopción y Cuidado de Animales `Chuck y Brenda Silcox´, donde los atendieron”, agregaron.
Días después del suceso, la página de Facebook del equipo de rescate publicó una actualización, en la que compartió fotografías de los pequeños sobrevivientes, quienes ya mostraban signos de mejoría.
Asimismo, reveló que los caninos ya fueron bautizados con curiosos nombres inspirados en populares marcas de papas fritas: Cheetos; Fritos; Ruffles; Lays Potato; Cheese Itz; Doritos; y Pringles.
Por su parte, el oficial Stephenson decidió hacerse cargo de uno e invitó a la población local a adoptar al resto de sus hermanos.
De acuerdo con el National Weather Service, el estado de Texas está sufriendo una ola de calor, la cual provocó temperaturas de hasta 40 grados centígrados, especialmente al norte.