La importancia que tiene la salud de los gatos es fundamental para que puedan vivir una vida larga, plena y sin complicaciones. Es por ello que las visitas semestrales al veterinario resultan por demás importantes, ya que la detección temprana de cualquier enfermedad asegura un tratamiento exitoso de la misma.
Entre las afecciones que pueden sufrir los mininos se encuentra el asma. Los expertos indican que si ésta es detectada a tiempo y tratada de forma adecuada, suele tener muy buen pronóstico. Sin embargo, en casos más graves, puede significar una urgencia con riesgo de muerte.
Hoy en día se calcula que el asma felino afecta entre un 1% y 5% de los gatos a nivel mundial, siendo los ejemplares de edad joven a media los más propensos de padecerla.
Y es que al igual que nosotros los seres humanos, los felinos pueden sufrir esta enfermedad inflamatoria crónica y reincidente que afecta los bronquios. En el caso de los michis, los bronquios se contraen e inflaman, lo que provoca dificultades para respirar.
Entre los síntomas a tener en cuenta está la dificultad respiratoria; respiración más rápida de lo habitual; silbidos o ruidos al respirar; respiración con boca abierta; mucosas de tono azul (cianosis); cansancio e intolerancia al ejercicio o cualquier actividad física; y náuseas.
Al respecto, los especialistas señalan que la clave está en intentar disminuir aquellos factores que pueden desencadenar o empeorar este tipo de reacciones en el organismo de los felinos.
Las recomendaciones más comunes son evitar las bandejas sanitarias cerradas y el uso de arena que produzca mucho polvo, así como evitar la exposición al humo del tabaco y el uso de aerosoles, sprays ambientales e inciensos cerca de ellos.