Este fin de semana, el Reino Unido dio un paso significativo para abordar el creciente problema de robo de animales de compañía dentro de su territorio. Y es que a partir del pasado sábado 24 de agosto, la nueva Ley de Secuestro establecerá penas de hasta cinco años de cárcel y multas económicas para aquellas personas que sean sorprendidas cometiendo dicho acto.
Según un artículo publicado por el diario británico The Guardian, la presente iniciativa fue promovida por la diputada conservadora Anna Firth, quien reveló que durante 2023 unos 2 mil 290 perros fueron reportados como robados, arrojando un promedio de 6 ejemplares raptados al día.
Ante tal situación, el gobierno local reconoció, finalmente, que tanto caninos como felinos no son simples objetos, sino seres sintientes capaces de sufrir debido a la ausencia prolongada de sus dueños originales.
“Para la mayoría de los propietarios, una mascota es un miembro de la familia, y ser separados de ellas sin saber su paradero resulta devastador”, manifestó Firth.
Cabe mencionar que además de los años de prisión y multas económicas, también será obligatorio que los gatos tengan implantados microchips, complementando la ley actual de microchipeado obligatorio en perros.