Esta semana, España abrió su primer cementerio público de mascotas en la ciudad de Málaga, el cual fue construido especialmente para darle un último y digno adiós a estos seres.
Ubicado en un terreno propiedad del Parque Cementerio de Málaga, esta nueva instalación representa algo más que un simple lugar de descanso, pues incluye un parque conmemorativo; un crematorio; una sala de despedidas; una zona para esparcir cenizas; y una extensión con la capacidad para enterrar hasta 500 ejemplares, sin importar la especie.
Por si fuera poco, los trabajadores del campo santo se encuentran capacitados para ocuparse de los trámites burocráticos posteriores a la muerte del animal, así como el transporte de los cuerpos y la actualización de los registros.
De igual manera, el cementerio pone a disposición de los dueños un grupo de psicólogos expertos en pérdidas de mascotas.
“El tema de la muerte aún sigue siendo tabú para la sociedad en general. Sin embargo, la muerte de animales de compañía se percibe de forma todavía más crítica, porque la gente se cuestiona si el duelo por la pérdida de un perro o gato, por ejemplo, resulta equiparable a la de un ser humano”, opinó al respecto Juan Antonio de Luque, presidente del Colegio de Veterinarios de Málaga.
“Al entender que hoy día las mascotas son consideradas miembros de miles de familias, sus cuidadores viven parte de ese proceso, de esa transición hacia la muerte, y muchos de ellos carecen de la posibilidad económica para enterrarlos como lo harían con otro familiar. Por ello, es importante contar con cementarios públicos, ya que facilitan el proceso de duelo”, agregó.
Cabe mencionar que las tarifas del primer cementerio público de mascotas en España rondan entre los 40 euros por una incineración colectiva básica hasta los 975 euros, dependiendo el servicio.