Axel Gómez Ortigoza de 26 años junto a su hermano Alexis crearon la empresa Polybion, única en Latinoamérica, capaz de transformar desechos agroindustriales provenientes de empacadoras en un biotextil vegano.
Gracias a la idea de este biotecnólogo mexicano, desechos de mango y fresas pueden ser transformados por bacterias, dando como resultado un biomaterial que cumple con las características del cuero para la fabricación de diferentes productos como bolsas, carteras y calzado de moda.
“Los desechos de frutas cuentan con azucares, por lo que son de gran valor pero al mismo tiempo son desperdiciados. Una vez que los recolectamos son transformados en alimento para bacterias mediante un proceso biotecnológico patentado por nuestra empresa, y alrededor de 15 días generan una especie de membrana, que es una matriz celulosa bacteriana. Posteriormente, la recolectamos y procesamos para obtener un textil vegano que se asemeja al cuero”, explica el ingeniero egresado del Tecnológico de Monterrey.
Dicho proceso biotecnológico permite hacer lienzos del biotextil Celium, al tamaño que se requiere e incluso, en suajes o formas específicas. Para teñir, otorgar flexibilidad o hacerlo impermeable se utilizan productos cien por ciento vegetales u orgánicos, los cuales no son contaminantes en ningua etapa del proceso.
“Nuestro biomaterial es carbono neutral, crece en cinco por ciento del tiempo que toma crecer el cuero tradicional, con el uno por ciento de huella hídrica y sin la necesidad de recurrir a la crueldad animal”, detalla Gómez Ortigoza.
Gracias a sus inventos, el científico guanajuatense fue recientemente reconocido por la MIT Technology Review en español como uno de los 35 Innovadores menores de 35 años de Latinoamérica en la categoría de “Inventores”.
“Polybion, a través de su producto Celium, busca sentar las bases para un nuevo modelo operativo de tenerías sustentables, donde puede crecerse el cuero vegano en las mismas instalaciones donde es procesado”, concluye el biotecnólogo.