La sacudida se sintió hasta la capital Rabat, a cientos de kilómetros, y en ciudades costeras como Casablanca o Esauira, incluso en el país vecino de Argelia, donde las autoridades descartaron daños o víctimas.
Las autoridades de Malí reportaron 49 civiles y 15 militares muertos en dos ataques reivindicados por el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (GSIM), afiliado a Al Qaida.
Soldados irrumpieron en una manifestación contra la presencia de los cascos azules de la ONU en el país. Activistas prodemocracia acusan al Ejército de violencia desmedida.
La estampida se produjo en la entrada del estadio Barea, donde unas 50 mil personas asistían a la ceremonia inaugural. El presidente malgache, Andry Rajoelina, presente en el acto, pidió un minuto de silencio.
El seguimiento que han realizado científicos de la Universidad de Leeds (Reino Unido) y la Universidad de California (Estados Unidos) reveló que, en un futuro, África podría estar dividido en dos por un inmenso mar, el cual atravesaría de norte a sur.
Este lunes fueron hallados otros 12 cuerpos de seguidores del pastor Paul Nthenge Mackenzie. Las autoridades siguen buscando a 613 personas que han sido reportadas como desaparecidas.
La masacre se habría cometido entre el 13 y el 21 de junio y los autores serían miembros de la FAR y milicias que les apoyan en la disputa por el poder que les enfrenta con el Ejército, con el que anteriormente había colaborado en un golpe de Estado que terminó en 2019 con la transición democrática en la que se creía que Sudán estaba embarcado.
Esto ocurrió en una carretera entre las ciudades de Kericho y Nakuru el viernes por la noche (horario de Kenia).
Según las autoridades locales, el barco transportaba por el río Níger a familias que regresaban de una boda.
