Este fin de semana pasado concluyó la Cumbre Climática COP26 en Glasgow; donde países, organizaciones y líderes mundiales acordaron una serie de compromisos para frenar el cambio climático y otros problemas ambientales, entre ellos la producción y venta de carbón.
Al respecto, una gran cantidad de naciones, como India y China, lograron llegar a un acuerdo para ya no financiar a este mineral y poco a poco, cerrar las diferentes centrales eléctricas que la producen. No obstante, algunos otros países decidieron deslindarse del mencionado compromiso.
Tal es el caso de Australia que, bajo la premisa de que la extracción y demanda de esta roca continuará vigente durante los próximos años, continuará con su producción.
Esta polémica postura fue dada a conocer por el ministro de Recursos, Keith Pitt, quien durante una entrevista para un medio local explicó que resulta “difícil” que Australia deje a un lado la industria del carbón de manera inmediata, pues el país es considerado como el principal exportador a nivel mundial.
De acuerdo con sus datos, la producción de carbón seguirá y no sólo eso, pues estima que ésta crecerá hasta 2030 y mientras eso suceda, Australia estará presente para abastecer de esta materia prima a quien desee.
“Seguiremos teniendo mercados por décadas en el futuro y si ellos compran, nosotros vendemos”, concluyó Pitt.