Pese a las advertencias por parte de grupos ambientalistas, Pakistán aprobó un ambicioso megaproyecto para construir una enorme ciudad a las orillas del Río Ravi, catalogado como el más contaminado del mundo.
La metrópoli, que promete ser la primera gran urbe planificada del país asiático en lo que va del siglo y la segunda en toda su historia, tiene como objetivo recrear los centros urbanos de países como Catar, Reino Unido y Malasia.
Sin embargo, desde hace meses el proyecto ha generado mucha polémica debido a que sus primeras construcciones se llevarán a cabo muy cerca del Río Ravi, el más contaminado del mundo de acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Nueva York. De hecho, éste fue rechazado en enero pasado por el Tribunal Superior, el cual consideró como “institucional” la adquisición de tierras agrícolas para desarrollos urbanos.
Y no es para menos, pues de acuerdo con la investigación, el Ravi tiene el nivel de toxicidad más alto de entre 258 ríos de más de 100 países diferentes, con una concentración media acumulada de 70.8 microgramos por litro. Por si fuera poco, las partículas halladas en las muestras de agua revelaron niveles potencialmente dañinos de sustancias como paracetamol, nicotina, cafeína y de medicamentos para la epilepsia y la diabetes.
No obstante, esta semana el primer ministro de Pakistán, Imarn Khan, dio su respaldo al proyecto, asegurando que permitirá frenar la expansión de Lahore, una ciudad financiera que es la segunda más poblada del país.
Según el representante del gobierno, el diseño de la nueva ciudad seguirá los modelos de las grandes capitales del mundo y a su vez, permitirá la expansión vertical y aliviará la presión sobre la tierra en Lahore.