Los ministros de las democracias más ricas del mundo, conocidos como G7, acordaron este viernes trabajar de forma conjunta para eliminar, paulatinamente, la energía procedente del carbón.
El compromiso, publicado luego de tres días de conversaciones entre los representantes del grupo en Berlín, Alemania, establece abandonar la energía de carbón, cuyo uso debe disminuir si el mundo desea evitar los peores efectos del cambio climático. Y es que el carbón representa el combustible fósil que más dióxido de carbono emite a nivel mundial.
De igual manera, el G7 expresó que la crisis energética por la guerra actual entre Rusia y Ucrania no debe hacer fracasar la lucha contra el cambio climático.
“La sustitución de los combustibles fósiles procedentes de Rusia ha dominado el debate político y las acciones de gobierno en los últimos meses”, dijo Robert Habeck, ministro alemán de Economía en conferencia de prensa.
“Sin embargo, debemos tener en claro que los retos de nuestra generación política y la limitación del calentamiento global, no desaparecerán si sólo nos concentramos en el presente. Literalmente, el tiempo se está agotando”, advirtió.
Los representantes de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido también acordaron descarbonizar en gran medida sus sectores energéticos para 2035, y dejar de financiar públicamente proyectos de combustibles fósiles “sin reducción” en el extranjero para finales del presente año, excepto en circunstancias limitadas.
Finalmente, el G7 se comprometió a informar públicamente sobre cómo los países van cumpliendo con sus respectivos objetivos climáticos.