Desde el pasado 1 de enero, la ciudad de Los Ángeles, en Estados Unidos, puso en marcha un nuevo plan para exhortar a la población a que separe los desechos orgánicos de la basura regular.
Con la implementación de este programa sanitario, el Departamento de Saneamiento y Medio Ambiente local espera reducir los residuos de los vertederos hasta en un 75% para el año 2025 y mejorar el medio ambiente de manera gradual.
Tomando en cuenta lo anterior, todos los habitantes de Los Ángeles deberán tirar sus alimentos descompuestos en unos contenedores de color verde; eso sí, sólo aquella comida que puede desintegrarse naturalmente. Por ejemplo, entre los desechos orgánicos permitidos se encuentran: trozos de fruta, vegetales, pan, pasta, embutidos, cereales, huesos, flores y residuos de café.
En caso de no contar con un contenedor verde, las autoridades de la ciudad regalarán cubetas de dos galones por cada hogar, los cuales pueden ser solicitados a través de su sitio web.