A partir del 2022, Irlanda prohibirá toda la venta de los combustibles domésticos más contaminantes como el carbón y la leña, los cuales aún son muy populares en las zonas rurales del país pero cuyo humo es responsable de miles de muertes prematuras cada año.
El Gobierno de Dublín espera que esta nueva regulación, que entrará en vigor en septiembre del próximo año, sea suficiente para que dicho sector adopte alternativas menos dañinas para la salud y el medio ambiente.
En ese sentido, el ministro irlandés del Medio Ambiente, Eamon Ryan, pidió a la ciudadanía que se adapte a los cambios y explore nuevas vías para decidir qué combustibles sólidos domésticos serán los más adecuados para utilizar en el futuro.
De acuerdo con la nueva normativa, todas las variedades de carbón y productos derivados, así como combustibles sólidos procesados, deberán emitir menos de diez gramos de humo por cada hora de combustión.
Pero a partir del año 2025, la iniciativa establece que la medida deberá caer hasta los cinco gramos por cada hora de combustión.
En el caso de la leña comercial, ésta deberá tener una humedad del 25% o menos a partir del siguiente año; y de igual forma, tendrá que bajar hasta el 20% en el 2025. Por su parte, la venta de la denominada “madera húmeda” vendrá acompañada de instrucciones de secado para los compradores.
Cabe recordar que en años anteriores, la Agencia irlandesa de Protección Medioambiental (EPA) ya había advertido que la principal fuente de contaminación peligorsa en este país era el humo del combustible sólido doméstico, debido a que sus pequeñas partículas son capaces de entrar en la corriente sanguínea a través de los pulmones.