Una pequeña central lechera originaria de Tasmania está llamando la atención de propios y extraños, luego de abastecer los estantes de los supermercados locales con lo que promete es la “leche más amigable con el planeta”.
Se trata de “Eco-Milk”, una marca de leche que, según la compañía Tasmania Ashgrove, está producida por vacas alimentadas con una especie de alga marina que les hace emitir niveles más bajos de metano, uno de los gases de efecto invernadero que más impulsan el calentamiento global.
“Alimentamos a unas 500 vacas con un aceite que contiene un extracto de algas marinas capaz de reducir el metano liberado por la digestión del ganado”, explica Richard Bennett, copropietario de la central.
“Nuestras vacas producen alrededor de 10 mil litros de leche al día, una parte de la cual se embotella como `Eco-Milk´ y se vende en toda Tasmania. Estamos consiguiendo reducir el metano hasta en un 25%”, asegura.
Respecto al precio de “Eco-Milk”, Bennett comenta que una botella de 2 litros se vende por 5.50 dólares australianos, es decir, 3.67 dólares estadounidenses, 25 centavos más que la leche entera normal.
Según la Organización de las Naciones Unidas, actualmente la industria ganadera es responsable del 30% de las emisiones mundiales de metano.