Un hongo parásito convierte a su huésped, la mosca doméstica, en una artillería de cañones que disparan esporas.
Conocido como Entomophthora muscae, las esporas del hongo se asientan en una mosca, penetran la capa externa del insecto, el cual se infiltra en su sistema circulatorio y se instala en el cerebro, controlando el comportamiento del insecto.
De adentro hacia afuera, el hongo se alimenta de la mosca y lo dirige a gatear hasta un punto alto para que el hongo parásito pueda disparar sus esporas más lejos en el aire y continuar el círculo de la vida.