El subsuelo de las antiguas ciudades mayas tenían altos niveles de contaminación por mercurio durante el periodo clásico, aseguró este viernes un artículo publicado en la revista Frontiers in Enviromental Science.
Según la investigación, lo anterior pudo deberse al uso frecuente de este elemento, el cual podía encontrarse en pinturas y polvos para decoración, así como en objetos hechos a base de mineral cinabrio o bermellón.
“Descubrir mercurio enterrado en las profundiades de los suelos y sedimentos de las antiguas ciudades mayas es algo difícil de explicar hasta que empezamos a considerar la arqueología de la región, que nos dice que los mayas utilizaron el mercurio durante siglos”, explicó el autor principal, Duncan Cook, de la Universidad Católica de Australia.
Para llegar a esta conclusión, el equipo liderado por Cook analizó todos los datos sobre concentraciones de mercurio en el suelo y los sedimentos de los sitios arqueológicos del antiguo mundo maya.
En ese sentido, la contaminación en mercurio era detectable en Chunchumil (México); Marco González y Actuncan (Belice); La Corona, Tikal, Petén Itzá, Piedras Negras y Cancuén (Guatemala); Palmarejo (Honduras); y Cerén (El Salvador).
Mientras que Chan b´i, en Belice, fue el único lugar con datos disponibles donde no se detectó afectación alguna.
Las concentraciones oscilan entre 0.016 partes por millón en Actuncan y hasta la sorprendente cifra de 17.16 partes por millón en Tikal. El umbral de efecto tóxico (TET) para el mercurio en los sedimentos se define como 1 partes por millón.
“Todo este mercurio habría supuesto un grave peligro para la salud de la civilización maya, pues los efectos del envenenamiento crónico por tal elemento incluyen daños en el sistema nervioso central, los riñones y el hígado, temblores, problemas de visión y audición, parálisis y problemas de salud mental”, precisó el científico.
“Aún faltan hacer más investigaciones para determinar si la exposición al mercurio desempeñó un papel en cambios y tendencias socioculturales más amplios en el mundo maya, como los que se produjeron al final del periodo clásico”, concluyó.