Esta especie de salamandras pertenece a la familia ambystomatidae, que es un de los linajes más primitivos de este tipo de animales; se separó de todas las demás salamandras hace más de 150 millones de años.
Es una importante especie endémica de México, ya que junto con su famoso primo de Xochimilco y demás salamandras americanas, tiene una gran capacidad de regeneración
Una larva adulta puede llegar a medir de hocico a cola, 16 centímetros, su color característico es el amarillo olivo, aunque en el vientre y dorso la tonalidad cambia, pues tiene algunas manchas oscuras; tiene cuatro deditos en las extremidades anteriores y cinco en las inferiores.
Hábitat
Habita en la periferia de la capital mexiquense, normalmente, en estanques artificiales de agua poco profundos. El clima ideal para este curioso animal es el templado y húmdeo, por lo que las lluvias de verano son su temporada predilecta.
Amenazas
Existen varios factores que representan amenazas para esta especie: son consumidos localmente como fuente de proteína; además de que la actividad humana tiene gran impacto en su hábitat, principalmente la contaminación.
La actividad agricultora y ganadera, y el crecimiento urbano, han alterado al medio ambiente, a esto se le suma la deforestación, la aplicación de fertilizantes y pesticidas, además de la actividad industrial, han dado como resultado la desaparición de las poblaciones de ajolotes de Toluca.
En peligro de extinción
La salamandra granular está clasificada como una especie en peligro crítico de extinción. El hábitat que necesita es cada vez más difícil de encontrar, y la desaparición de su hogar ha generado un declive de la población.
Otro factor importante, es la introducción de peces exóticos que afectan el hábitat de la especie.
Lamentablemente, este animal no se reproduce en ninguna zona protegida, por lo que la crianza en cautiverio es un posible método de conservación; sin embargo, el ajolote de Toluca está sujeto a protección especial por la NOM-059-SEMARNAT-2010
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