La noche de este viernes la villa charra de Toluca, registró un entradón para presencia del acontecimiento taurino de muchos años, el cartel prometía y al final no solo cumplió, rebaso las expectativas hasta de los más optimistas.
Un diestro querido por la afición de Toluca, Pablo Hermoso de Mendoza tuvo un inicio complicado al enfrentar a un astado que no le permitió lucir, sin embargo la cuita que al burel le faltaba, la puso el caballero navarro, dictando cátedra de doma y monta pero sin suerte a la hora de oficiar con la hoja de peral.
Su segundo ofreció mayor colaboración y el bien amado de la afición Toluqueña exhibió su habilidad así como la de su cuadra, rejones de castigo, banderillas a una y dos manos, el astado de nombre Luna roja, (Homónimo de aquel que inmortalizara el ciclón acapulqueño Antonio Lomelín) fue en todo momento un buen colaborador, siempre mostrando bravura y con mucho gas, la mala fortuna con el acero, impidió el corte de apéndices, logrando Pablo solo la sonora ovación en el tercio y el cariño del respetable.
En la lidia a pie Uriel Moreno “El Zapata” es un diestro que acusa para bien los años andados en la brega, su primero un astado difícil, débil de remos a que le adorno los lomos con tres extraordinarios pares de garapullos, el tercero en un terreno muy comprometido, arrancando el rugido de la concurrencia, luego con la sarga mostrando oficio dejando el engaño a media altura consiguiendo derechazos de gran valor. Mata bien y le conceden una oreja.
Su segundo fue mucho mejor y Uriel lo entendió a cabalidad haciéndose de él desde la capa con maestría, de las banderillas ni hablar el Zapata está “Intratable” un portento de facultades así como de inventiva también con la muleta, el toro viene a menos pero Uriel le saca los pases con habilidad y como mata pronto le otorgan dos apéndices.
Octavio García “El Payo”, torero hecho en Toluca, dado que en sus etapa de novillero vivió una larga temporada en la hacienda de Santín; pechó con lo menos potable del encierro, pronto le perdió el interés a su primero, se puso pesado con la tizona y le sonó la música de viento.
El segundo de “El Payo” fue mejor y el diestro le instrumentó al menos tres tandas por la diestra, plenas de arte y con mucho sentimiento, parando templando y mandando, de no haber fallado con la toledana, habría obtenido a l menos una oreja.
El plato fuerte Andrés Roca Rey pronto dejo constancia de la clase que hay en su toreo, desde el momento de abrirse de capa, al suavidad y tersura de sus lances no tienen igual, con ese su primer astado de nombre “Respetuoso” de embestida noble y con mucho son al embestir, así como una pinta bella, Andrés pronto puso de cabeza al publico de la Villa Charra lances estatuarios, variedad en las suertes ejecución magistral y con la muleta un concierto de bien torear templando y a veces enérgico llevando al toro con esa difícil facilidad que solo tienen los muy grandes, en esos momentos en el coso de la avenida López Portillo se percibía ya no un olor, si no un hedor a torero caro, la petición de indulto fue avasalladora y a juez no le quedó más remedio que perdonar la vida al astado, ante el jubilo general.
Es de señalar que pese a lo polémicos que resultan los indultos, lo verdaderamente sobresaliente de esta corrida de toros es que una vez más se deja en claro que Toluca, la fría Toluca, deja de serlo y se convierte en una caldera donde hierve la pasión cuando se presentan corridas de toros como las dos que se han dado han este año.
Enhorabuena a los empresarios Saúl Rubí, Enrique y Alfonso Tapia, muchas tardes y noches taurinas de estas con corridas de postín.